Imprenta Latina Ucar Blanco Hnos.
- Entidad colectiva
Imprenta Latina Ucar Blanco Hnos.
Inspección General del EJército
Actuó como jurado de tablados del carnaval 1931
Solicita permiso para la instalación de altoparlantes en los corsos vecinales.
El Kennel Club Uruguayo fue fundado en el año 1938, habiendo trabajado desde entonces en la promoción de la cría de perros de razas puras de pedigree.
En actas de 1941, figuran conversaciones del Comité con el Sr. Lamas y Andrés (Presidente del Club)
Pintor, escultor y diseñador
Lamboglia de las Carreras, Alfredo
Secretario de la Junta Departamental. Pasa a integrar el Comité en reemplazo de uno de los miembros (Peyrot).
"Entre 1906 y 1931, Edmundo Lametz –conocido con el apodo de Cangrejo I- fue nuestro Marqués de las Cabriolas. Humilde trabajador que de ordinario se ganaba la vida lavando pisos, en febrero adquiría un súbito y efímero destaque por obra y gracia de Momo o, mejor dicho, de la Municipalidad, que le pagaba unos pesos para que presidiera el desfile inaugural, instalado en una aristocrática carroza y rodeado de insinuantes mascaritas.
Cuando los montevideanos se aburrieron de verlo convertido en marqués de juguete, los miembros de la Comisión Municipal de Fiestas le inventaron otros perfiles: gran rajah, aviador, Pierrot, guerrero, faraón. El año en que Lametz fue un bebé, se lo vio desfilar en pañales, y en 1917 tuvo que abandonar su clásico trono para presidir el cortejo cabalgando en un asno. Para entonces, los papelitos y serpentinas con que el público agasajaba a su singular monarca habían dado paso a proyectiles tan contundentes como frutas, verduras, botellas y piedras. Por eso, independientemente del personaje que le tocara representar, desfilaba dentro de una jaula destinada a velar por su seguridad.
“Gran pueblo montevideano / aquí me tenéis presente / con el cepillo en la mano / y la corona en la frente”. Luego de presentarse con estos versos, en su proclama correspondiente al carnaval de 1920 Lametz denunciaba los atropellos de sus conciudadanos: “Me han tirado por docenas / cual si me tiraran flores / papas, huevos, berenjenas / de muy sabrosos olores”. Pero dando muestras de su buen humor, agregaba:
“Desde este carro de gloria
Os daré yo un buen consejo:
Para el tiempo de chicoria,
Atended bien al Cangrejo.
Recibiré placentero
Aunque me rompan un ojo,
Condimentos de puchero:
Una papa, un ají rojo,
Un tomate, una cebolla,
Todo lo que el pueblo quiera
Y recuerden que la olla
De comida está a la espera.”
El de 1932 fue el primer carnaval sin Lametz. Ese año, el artista plástico Bernabé Michelena diseñó en su homenaje el espléndido tablado que se levantó en la esquina de Gaboto y Lavalleja. Al mismo tiempo, luego de décadas de burlas y destratos, la memoria del Marqués comenzó a incorporarse con un dejo de nostalgia al imaginario carnavalero de la ciudad."
Funcionario de la Comisión. El ingeniero Bernardo Larrayoz integró también la vicepresidencia de la primera Comisión que construyó el Estadio Centenario.